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El equilibrio, ahí está la clave.
¿A qué me refiero con el equilibrio?
Bueno intentaré desgranarlo poco a poco para que me puedas comprender.
Como sabes y si no pues te lo digo ahora, he practicado deporte a un ritmo alto desde los 13 años hasta los 19 años y luego desde los 26 años hasta los 31 años, en mi caso atletismo.
No es que haya sido un fuera de serie, no, pero tampoco se me daba mal y la verdad que me exprimía bastante en los entrenamientos y competiciones.
El atletismo me ha enseñado mucho, muchísmo: constancia, esfuerzo, sacrificio, conocimiento de cada parte de mi cuerpo, voluntad, objetivos, convivencia,…
Sin embargo, nadie me enseñó lo que ahora sé y por eso quiero transmitirlo a todos aquellos que practican y entrenan una disciplina deportiva.
La mayoría de la gente piensa que la clave está en entrenar, en sudar y hacer solamente ejercicios intensos, sin embargo, yo digo que sí que eso es la clave pero también sin dejar de lado el trabajo de nuestro lado derecho del cerebro, esto es, la parte intuitiva, la parte meditativa y la parte más emocional.
Ya que todo no puede ser el trabajo «físico», series y más series, sino que también hay que saber gestionar todo eso «emocionalmente» y no descuidar el trabajo «espiritual» de la persona. Una persona demasiado racional y demasiado física al final no es una persona «sana» igual que una persona demasiado «espiritual» y con la cabeza en los cielos sin presencia física y terrenal tampoco será una persona «equilibrada».
Por consiguiente yo propongo que todos aquellos que practican deporte de una forma intensa también practiquen y dediquen parte de su tiempo a un crecimiento espiritual y energético.
¿Cómo?
Pues vamos a ello.
Cuando empecé como fisioterapeuta, mis tratamientos eran unos tratamientos protocolizados, estándar, de técnicas físicas más electroterapia y termoterapia, esto es, una tendinitis, una contractura muscular, un esguince, etc… se trabaja de forma local y sintomática para intentar «quitar» el dolor y la inflamación. Básicamente era eso y la verdad que ya conseguir eso era algo importante.
Cualquier deportista que trataba iba buscando eso, quitar inflamación y dolor para que pudiera seguir lo más rápidamente posible con sus entrenamientos.
Te puedo decir que por aquella época trataba a muchos deportistas.
Gran parte de estos deportistas ya no los trato a día de hoy porque quizás los cambios que he ido introduciendo en nuestros tratamientos no los han comprendido o no he sido capaz de llegar a ellos de la manera adecuada. Por eso mismo estoy escribiendo este artículo, para transmitirles que ellos tienen que preocuparse por su salud física, sí por supuesto, aunque también y con igual importancia, por su salud bioquímica, emocional y energética.
¿Por qué razón?
Pues porque cualquier alteración física que tengan, siempre viene ocasionada por una alteración en primer lugar en su campo energético y cuando este campo está descuidado pues muchos deportistas no están «sanos» y no paran de tener un problema u otro a nivel físico, y aunque se traten una y otra vez con técnicas físicas locales (los deportistas buscan, en general, que le «metan dedos», que les hagan «daño» porque piensan que así se recuperarán antes) no conseguirán estar en equilibrio.
Un deportista es de por sí impaciente, lo sé por propia experiencia, y quieren recuperarse no mañana sino ayer. Esto es, ya cuando se lesionan hay un componente emocional que los perturba y es la impaciencia y la obsesión por recuperarse.
Mal compañera para cualquier recuperación la impaciencia y la obsesión.
Otra pregunta que a veces no nos hacemos cuando nos lesionamos es, ¿qué es lo que estoy haciendo mal para que me haya lesionado?. Y no solo me refiero a entrenamientos sino también a actitudes mentales y emocionales respecto a los entrenamientos y al resto de circunstacias del día a día.
También un aspecto tan importante como los entrenamientos es la alimentación. La mayoría de las personas que practican un deporte tienen que compaginar los entrenamientos con su trabajo, con su vida familiar y eso hace que siempre vayamos «corriendo» para poder sacar el tiempo necesario para cumplir los objetivos del entrenamiento.
¿Te concentras también al máximo en cuidar tu alimentación? ¿Sabes si necesitas tomar algún suplemento alimenticio para así tener los nutrientes necesarios para que evites «lesiones»?
Por todo ello, ahora puedo decir que el cuidar tu mente, tu alimentación y tu cuerpo es fundamental para conseguir un mayor rendimiento.
¿Quieres conseguirlo?
Para ello opté en nuestro centro en trabajar con Biorresonancia MORA para que así a través de unos tests sencillos a través de frecuencias podamos saber qué tipos de bloqueos, carencias o excesos presenta cada persona y, por consiguiente, podamos conseguir que el deportista en cuestión esté equilibrado a todos los niveles, no sólo físicamente.
Por último, también aconsejo que toda persona y más aún si eres un deportista, dedique un tiempo cada semana a practicar meditación porque así fomentamos que nuestro sistema nervioso parasimpático esté fuerte que es el que nos proporciona que suba las defensas, que se reparen nuestros tejidos, que baje el tono muscular,…
Todo lo contrario a lo que hace el sistema simpático que ya está excitado con los entrenamientos.
CONCLUSIÓN ==> Si eres deportista y quieres conseguir un mayor rendimiento, no esperes a estar lesionado sino que integra como parte de tu preparación el realizarte cada mes o dos meses un estudio y tratamiento con técnicas energéticas como es el de Biorresonancia MORA.
En nuestro centro estaremos encantados de cuidarte. Llámanos para concertar una CITA PREVIA a nuestro teléfono
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*Los tratamientos de Biorresonancia MORA sólo se aplican en Centro Todema Úbeda.