Fue allá por febrero del año 2007 cuando me decidí acudir a un curso de explicación de la máquina Biorresonancia MORA (Med-Tronik).
Sólo había escuchado nombrar este término de Biorresonancia en uno de mis seminarios de Osteopatía y la verdad despertó mucho interés en mí. Un compañero mío de osteopatía y yo acudimos a Madrid a ver de qué se trataba esto y la verdad que yo quedé encantado mientras que a mi compañero no le convenció.
Fue tanta la inquietud y las ganas de saber que me dejó dicho curso que me embarqué en comprarme mi Biorresonancia MORA y así en abril de ese mismo año 2007 empecé mi camino con la Moraterapia.
No voy a decir que todo fue fácil y que el uso de Biorresonancia MORA me supuso unos resultados espectaculares a corto plazo, no, todo lo contrario.
Al principio, debido a mi poca experiencia y conocimiento interno del funcionamiento de la máquina, así como del escaso conocimiento de terapias alternativas que tenía en ese momento como Acupuntura, Flores de Bach, Homeopatía, Nosodes, Fitoterapia y Nutrición Ortomolecular, Cromoterapia, Terapias energéticas y emocionales,… pues fue todo un caos para mí e incluso hasta el punto de llegar a dejar de utilizarla ya que muchos clientes también eran rehacios a estos nuevos métodos, incluso algunos otros profesionales de la medicina comentaban que esto no servía para nada.
En mi interior sabía que este planteamiento de diagnóstico sistémico que proponía la Biorresonancia MORA y la unificación de muchas terapias en el tratamiento para así corregir las verdaderas causas y no los síntomas, era el camino correcto porque yo me sentía bastante frustrado cuando solo se trataban los signos y síntomas de las personas con lesiones y enfermedades, y a la mayoría se le diagnosticaban una enfermedad que no se sabía el origen.
Esto no me convencía ni me agradaba.
Algo había que hacer o algo había que cambiar para ayudar más a estas personas, no solo poniéndole un nombre a su padecimiento y recetándole unos medicamentos para paliar sus síntomas o signos y que periódicamente acudieran a su fisioterapeuta para que también él le aplique unas técnicas que le alivien su dolor.
Por eso, después de 8 años trabajando, estudiando y experimentando con Biorresonancia MORA puedo decir que la apuesta arriesgada que hice en el 2007 está dando sus frutos y las personas que están siendo tratadas en nuestro centro con este método van consiguiendo «sanar» de verdad las causas reales de su mal-estar.
Someterse a una sesión de diagnóstico bioenergético sistémico con Biorresonancia MORA te ayuda a conocer tu interior, qué le esta afectando y qué soluciones debes adoptar para que así tengas más equilibrio y evites la aparición de las temidas enfermedades.
En mi opinión las 5 principales razones por las que realizarse un tratamiento con Biorresonancia MORA son:
- Es un aparato con certificación médica de la Unión Europea que no tiene riesgo alguno para su salud, incluso pudiendose tratar a embarazadas con él.
- En una primera sesión se testa todo el Test Sistémico de Dr. Cornelissen, es decir, en una primera sesión se averigua cuales son las causas que más estresan al organismo del cliente, como por ejemplo: geopatías, electroestrés, metales pesados, disbiosis intestinal, intolerancias alimentarias, tóxicos medioambientales y pólenes, patógenos (hongos, virus, bacterias, parásitos), alteraciones emocionales, alteraciones de los chakras.
- Es un tratamiento económico para todo lo que se trabaja y se realiza en la sesión.
- Es un método altamente preventivo de enfermedades como también «activador» del poder curativo propio de cada individuo en el caso de que ya tenga una enfermedad.
- Tiene grandes resultados para equilibrar problemas emocionales como ansiedad y depresión, en la disminución de reacciones alérgicas, solución de candidiasis intestinal (apoyada con Par Biomagnético), neutralización de intolerancias a la lactosa o gluten.
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